TEXTOS LIBERTINOS
Ya no hay tiempo de considerar la libertad de manera abstracta ni de otro modo que no sea la
práctica de sí misma, ni el hombre
ni la mujer, ni el afortunado ni el
desafortunado son plenos con hacer lo correcto… Si no en ser libres.
Textos libertinos
La llama infecunda de la obediencia;
Busca respiro en el incesante desvelo.
En mi clausura comulgo multitudes…
Con
la paciencia obstinada del muro.
CEGUERA
La certeza del poema como exceso
retorna súbita,
dolores de ojos negros en la oscuridad del cuerpo...
Todo retorna con dolor se ha vuelto
el poema ciego.
Beso un desdén en mi lecho inerte el instante herido.
Los sabores son ahora nausea y el
hambre cotidiano.
La boca un cerco podrido de
alcoholes y soledades.
El
amor solitario y la sed una mano
sobre la garganta.
Pero yo no retorno sólo las cosas
vuelven hacia mí...
Vuelven sin reconocerlas aislado
del mundo espero;
Que la contienda cotidiana dure tan
sólo un segundo.
Ya
no me recordaras si me recuerdas en esta fiebre.
EL
GRITO
Qué silencio es el que calla el
grito...
Los ausentes que llaman a mi puerta.
Condenados que olvidaron la agonía
y
las miradas del vacío en el olvido...
La multitud tiene voces escondidas;
en
las piedras que sofocan misterios.
Los dolores en los andares y
suertes;
guardan sombras de penares y ecos.
También de llanto que calla y
advierte;
La
música que lo reinventa y apacigua.
El grito es dolor de lo que se
llevaron;
los
que inventan un mundo de lo falso.
Los asesinos también callan sin
pena...
Aunque la mujer, el niño, lo busquen
con
preguntas que no tienen respuesta.
¿Cuál es el silencio verdadero y
nuestro?
Si no este grito cotidiano que
callamos.
ROMANCE
Eficaz para evadir atentos escollos.
Cómo pesará tu amor casi lánguido;
En una mirada futura que bifurca.
Echa como antaño en nueva aurora.
Mefistofélica qué llevas en el alma;
Un
lugar imposible que no alcanzo.
Ni con el dolor que sabiamente pasa;
Fuerte e inalcanzable eres doncella...
De tu mirada los caminos bisbisean;
Prepara a los hombres para la
guerra.
Si te niegas me niego, tan poderosa.
Porque en tu abrazo cae el enemigo.
SOÑARES
Desde otro sitio proviene la
distancia.
Una sombra, o llamarada antigua de
tus ojos.
Sueño que sueño en estos versos.
Despierto anhelando sin saberlo…
Un pasado que retorna por las
noches;
En
un presente de tiempos concertados.
Nunca estuviste tan distante ni tan
cerca.
Que en otros brazos como viva
imagen,
Anclada en mí profanas el olvido.
Busco otro nombre y nunca cambias.
Siempre partiendo en el mismo
recorrido del recuerdo,
que no llega a ningún lado.
En el instante una barrera de
nostalgias.
Te
iras pronto lo sé por las mañanas.
ROMANCE
Quizá pueda dejar de mirar al vacío.
Como ave sitiada parece te enamoras.
La
noche te ve imagen de alas negras.
Dulce estar de una mañana. Ya ves…
No
tiene sentido.
Un jaula con ventanas…
Hace de tu cuerpo que siempre camina al oriente
y
allí el sol y tus primaveras.
Si los recuerdos callaran como las
canillas.
Como el cielo, el mar y no abrume el grito.
O si los objetos dejaran de traerme
a este mundo.
Como parte y cada cosa como mi
corazón callara.
¿Cuando vuelvas tu mirada? Ya ves… No tenía
sentido.
Un herida que se mueve.
Un día a la vez, si ya no estarás
tan cerca;
Que pierde el ritmo un baile y es el
tiempo.
Cuando todo desaparece lentamente y se aleja.
Quizá pueda dejar de mirar al vacío.
Las cosas que te nombran mientras
caminas en silencio.
LA
LLUVIA
Llueve y es aroma que pierde tu
memoria;
nadie afuera, espera o piensa ni
elucubra.
Aire baila en el viento se mueve
sobre nada;
hace silencio tenue del olvido de cada cosa...
Aquello que me dice rítmicamente la
vileza;
como un cántico sordo
de flaquezas tímidas.
Ya
no piensan aniquilados por la lluvia
torva;
elijo un camino más certero; golpea
y callan.
Estoy solo mientras digo el poema
que sugiere…
Acorralando las límpidas voces, boca
arriba:
Precarias las salientes formas de la
ceguera…
Llueve; cae el fruto y es ahora un
desierto.
Inclemencias del genio que perdura
aciago:
Como formas que velan en palmos
y cieno.
RUTINA
Obstinación en la sensación de la aventura;
apenas la mañana vibra el oleaje de
los sueños…
El día comienza en una nueva
llamarada tibia;
Y me hará salir a ver otros mundos o tinieblas.…
Te
haces presente en la confusión
de los sentidos.
Si no pudiera el poema que habito y
me recrea…
Sería la muerte la única vencedora y
sólo ruinas;
día y manera de retornar a ser otro
desconocido.
¿Alguien verá en esta invisibilidad
de palabras?
Encadenado a las musas y entre
sirenas de luto;
lo que pudo ser y ya no será de
nuestras vidas;
con nuestro abandono el asedio de la certeza.
REBELDÍA
Resulta extraño habitar este
silencio…
Silencio sin soledad mustio de
cosas.
De las huellas de seres
desconocidos;
Un camino dónde ni la pena es honda.
¡Las miradas son tan vagas y
lejanas!
Ni dolor sólo escamoteos de
violencia;
Quizá royendo algo de vida
corrosiva.
De otros que ya son otros, y
ausentes.
.
Todas las formas de rebeldía y
disenso.
Toda forma viva y que naciente
molesta.
Hacen estallar el panóptico en
fisuras…
Y
el mundo ya no es sino el beso que toca.
La boca que muerde el silencio y lo
rompe.
Más que el disimulo vulgar del
optimismo.
Algo se prepara para ponerle fin al
tiempo
ROMANCE
Es una forma de sangre cada lecho;
Pero vienes alegre y ya nada
importa.
El
malabarista del infortunio se ha ido;
Derribas acosos como de otro mundo.
Espíritu libre que besas en la boca.
Te
dejo partir que ya verás nuevos caminos.
Y
el sol vestal y el amor,
deseo en el alma;
Colores en la oscuridad de roces y
caricias.
Te
atreves a lo desconocido dejando
ruinas.
Todo yace hasta la razón.
En un lecho desconocido.
Es un cuerpo, cuerpo de otro.
Son los pies sobre la tierra.
ROMANCE
Llegó callada pero feliz como
borracha.
Semidesnuda se apropió de cada instante.
Luego se apena ya lo sé de aquel
momento;
Y
sonríe al fin gallarda como una loca…
Ella vino sola a darme más de lo que
ofrece;
En un palpito de burbujas de cielo y
sangre.
Inmemoriales sensaciones de placer
habita.
Hoy está sola y se conmueve entre
paredes
Hoy me llama y yo no sé nada sino
amarla.
Matemáticas del que huye en los
silencios.
CRIMEN
Atento como el semblante de lo
desconocido.
Fantasía de las sombras;
poderosa, despojada.
Una trastienda cotidiana de dolor la
mueca.
¡Mujer la mañana en silencio fuera
de la ley!
Cuando los cuerpos animados una
oscilación;
Liberación púrpura de lo siniestro y la guerra.
El fuego iridiscente de la fría
noche y astucias:
del paso acorralado vestido de
fiesta y fiebres.
La caricia de las armas homicidas de
desvelos.
Los
planes satisfechos y el olor de la pólvora…
Excitada por puñales y desgarrada
por la Luna.
La
vida cercenada por el oprobio
del encanto…
Por un día furtivo que sonríe en
todo lamento…
Como un fuego de metralla que cierra
mis ojos:
Felicidad, deseo y desdicha de un
día laborioso.
Fantasía del sueño entre los
cuerpos:
¡Culpables!
Crimen que regalas el caos;
inteligente preludio:
Y
una copa de vino ante el cadáver
de la razón...
Furia ancestral que dispara sobre lo
ilegítimo;
Una
Historia de violencias enfermizas colapsa;
El destino de fatalidad adormilado
en el lecho.
Una
muerte segura en el abrazo de los amantes.
MI
POESÍA
Mi poesía comienza cayendo puchos al
suelo.
Cuando jóvenes agraden a policías
borrachos.
Cuando una mujer ama incluso a sus
victimarios.
Cuando todo parece terminar y
empieza.
Mi poesía roba ideas hincada en
muros y tumbas…
En soledades y fraudes como en
tragedias.
Mi poesía comienza cuando nadie
entiende nada.
Y
el silencio es grito como un símbolo
de piedra.
ROMANCE
Nada olvido todo se guarda de algún
modo;
en la ausencia y en los astros que
alivianan,
un
peso queriéndome echar
la tierra encima.
Así como la ropa en el patio como
hermanas.
Están las cosas que no olvido guardadas
y en la puerta abierta
y en los sorbos de alcoholes.
Y en el café pequeño o el humo del
cigarro.
Como se hace grande la pesadez del
tiempo
y
como brillan mis ojos hacia ninguna parte.
Imposible de verse, de tocarse o encontrarse
como nuestras manos reverenciadas en
calma.
Así
tu mirada se volvió luz en tantas ventanas.
Tu
caricia imágenes de sueño y breve sollozo,
la niña en bicicleta se parece a tus
palabras...
Los pájaros en la arboleda a la
espera de verte.
Enseñan otras cosas como cicatrices de niños...
ROMANCE
Esmerilada al viento marea tu sopa
arrellana,
Sin tónicos ni verdades, deidades de
la sombra.
En el falo pueril que es tu zozobra
núbil canto arremolinado.
En la sinuosa sierpe de tu pelo, y tu redondez blonda y morena.
Y
mi amor cruel como el estío aunque
la muerte astuta
ampare un solo canto triste.
Fluidos de menesterosos celos por tu nombre.
Por tu malicia deliciosa al fruto de
tu vientre trémulo.
Lugar de mi jocoso ungüento en la
lengua voraz.
Alzada
en mí, trasvasada por la noche.
Mujer estrella tu nombre en mi
empuñadura.
De
haber sido tu amante y tu testigo.
Será cruel el beso que tu boca roce
para que fulguren tus mejillas…
Y
quieras siempre más y más hasta el desasosiego.
SEXO
Destruye el acobardado amor,
cavilación del espíritu:
Muerte del hijo y del padre, por el
instinto inevitable.
Organismo del grito; de lo negado
y la vida a tus pies.
La piedra conmovida del astro y la
luna en la herida…
Oscilas entre los demonios y las
aves, entre el silencio...
Pulsión de sangre retorna de la
muerte y es fruto:
Fiebre en el tedio carnal, delirio
del placer y la locura.
Placer único del cuerpo y goce condenado de la mujer.
Poseedor de todos los bienes y
condicionamientos…
Capaz de procrear con la fuerza
tuya…
¡Aniquiladora!
Puñal del amor que sonríe con la
bestia del sueño.
LÍMITE
Mustio estás sol en la osamenta del
orfebre...
Los
fondos del muro donde caben estrellas.
Día transitado eres el límite del
horizonte;
vestido
de fragancia con silueta de sauce.
Proclamas de la aurora en un verdor
añil,
son
tus ojos tras los caminos
que regresas...
Renaces y palpitas en el vientre
acorralado;
la esmeralda se viste en tu pereza
de siesta.
Los años que rezan sopesando las
flores,
como gotas diurnas las nubes y el tiempo.
Acaricias la sombra y de la saliva
vienes;
de
vacío se pone aún el astro y la mirada.
Orilla del tesoro que andando
oscurece...
Mágica vértebra de la luz en lo
profano.
LA PUTA ENFERMA
Se
quitaba la ropa casi enmohecida como un sudario…
Hambrienta de llaves y tarjetas
como de estampitas de Magdalena. Celular en mano… Su cristo
había sido un tipo borracho en un auto
mediopelo, que se fue un día sin más noticia.
Su
guardián un santo gay que la acunaba
desvelado de merca.
Su madre puta una víbora que
engullo su sueño; su padre borracho amaba
a las putas enfermas y se las pasaba entre amigos. Su hermana, una gran
puta. Su ternura iba en busca de la nueva Juana;
anclada en la conmoción de la luz de neón de los perros callejeros.
Ya no le gustaron los golpes
y más no quiso de la vida de hembra y de machos.
Tenía el sexo sucio y la porfía de mofas en su dolorosa mueca de los manicomios. Manchado el cuerpo de barbas a medio afeitar. El cuerpo; si tenía cuerpo,
y lo sentía…
Rezaba comida chatarra. Una muñeca
rota con un divino culo y tetas de silicona… Una niña que juega con vergas desconocidas. Sus juguetes quedaron en el pueblo
y la familia. Y el amor era un extraño
dolor de dormir
sola.
Juana quería amor y tenía miedo,
burlona y asquerosa de corpiños rasgados
y sucios cojeaba
en las plazas hasta sentarse con disimulo. Reía de cualquier
cosa como dientes podridos y era tan sensual su olor a muerte. Como la agonía
en el pecho de cigarrillo barato y humo de estaciones y furgones de paco y cocaína.
Ella quiere
algo antes de morir… Algo más que su morbo de tren; manoseada en tumulto, o de
violaciones masivas. Pero no sabe de mi callado amor mezclado con asco lujurioso. Le arrojo unas
monedas en la cama y ríe, tan simple, como una
buena puta, que
está loca.
TRAICIÓN
La traición de sus ojos y su cuerpo
núbil.
El poema de su ausencia, dosel y
espada.
Forma totalitaria abandonada por la
risa.
Amor en la arena de blancura, la magia...
Su marca infortunio del enemigo
fasto,
en la doctrina y el acecho que
oprime:
Valor moral de entrega
eterna... ¡Traición!
(El que ama y la bella de todo
amanecer)
¡Los aceros ceñidos de Paz sin
Justicia...!
La profunda herida del deseo a la
mercancía;
Apostasía de la enamorada de la
vida...
Del amor perseguido la presunción de
la Justicia.
Al fin me traiciona esta luz de una
noche...
Flores muertas en las narices de los
poderosos...
La libertad como fin inmanente del
hombre.
Mujer poeta que injuria la belleza
compasiva:
Única refutación del bien en el
pecado...
LUJURIA
Con ilustre genio en armaduras
devastada;
Tiradas sus ropas entre
los llanos cercanos…
Avara que niega el beso, siniestro
reclamo;
Lucubra el argumento con oculta majestad.
Miente su calvario entre placeres y
excesos.
Así como fruto del mal y virtud
traicionera.
Llora el amor y no tiene nombre ni
emisario.
Llora cruel como si su belleza
impoluta riera.
En los versos libertinos plegaria
del sosiego;
Ebria de verdades es la sombra de mi sombra.
Es sexo en la palabra y fatalidad en
el verso:
¡Cuánta Lujuria de su celo entre
deseos febriles…!
LA PERVERSIÓN
Línea de tus ojos que rasga
vestiduras;
Sucumbe como ante vos todo universo.
Insomne calla tu vientre de sol sin
paz...
Miente la piedra, el astro miente y
sola;
Develando la perversión de los
sueños,
de
los amantes furtivos
de tu encanto...
De los insensatos entre máscaras
sacras;
violentas ataduras desata tu fuerza dulce.
Cuerpo incorruptible en el deseo, el
amor.
Luz
en la tiniebla siniestra de un mundo....
Inmundicias del hombre tu alma
corrompe.
Grita de espanto el obcecado de tus
ojos.
El agua blanda de tu sexo que todo
influye;
con
la fuerza perversa
de un mundo errado.
Cura tu amor y tu lógica rebelde de
deseo.
Una venganza de dulzura de tu risa
loca...
ROMANCE
A la clara luce vespertina y aún
rozante;
como el viento zumba antes de la muerte.
Y al salir la noche lapida en el
paisaje;
cuenta el ánima en el desfallecimiento...
Luz primera y agónica estrella
solitaria.
Golpe caminado, desterrado, lomo
cínico.
Niña vergonzante de negro,
oscura y bella.
Vestida de rubores melancólicos, la
boca;
ciñe los deseos ambiciosos de tu cuerpo...
Veras como yo, como el amor y la lágrima.
La oscuridad celeste y el abismo que
mira;
como despierta la torpe, tan torpe
ausencia.
La noche lapidaria, los pies en la
danza.
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