El poeta Mazur
Leer poesía es, tal vez, el modo más auténtico que tenemos los seres humanos de reconocernos como tales. A través de la poesía, como sostiene Heidegger al reflexionar sobre poemas de Hölderlin, el hombre debe mostrar su pertenencia a la tierra. Esto es, debe apropiarse de lo recibido, de lo que lo circunda y, como un Adán siempre primero y elemental, debe señalar las cosas para diferenciarlas y, en ese mismo mecanismo, diferenciarse de lo otro, de lo que no se es.
Mazur es, qué duda cabe, un poeta, un auténtico. Con un lenguaje que tiende siempre a lo trascendente, a veces místico y otras tantas abrevando en las líricas de las vanguardias, instaura lo permanente por la palabra y en la palabra (“Mi poesía comienza cuando nadie entiende nada. / Y el silencio es grito como un símbolo de piedra”).
Ese poetizar, que reside en lo musical y en la fuerza abrumadora de la palabra precisa, funciona como una lucha contra fuerzas superiores, buscando, casi a tientas, aún en las zonas más oscuras del espíritu.
Comparte algunos elementos propios de la lírica moderna, esa que empieza a escribirse a partir de Baudelaire: el fragmentarismo, la aparente confusión, la reversibilidad y las imágenes sugestivas. Y así se habla sobre lo que no se dice habitualmente (“Fiebre en el tedio carnal, delirio del placer y la locura”), de lo nocturno (“Noche donde no hay enredos pero ya se opone / La necesidad bulliciosa de un mismo silencio”), de lo oscuro (“La muerte vuelve a ser la victoria de poeta”), de lo prohibido (“Ella vacía el cuenco de tus ojos; / en el asesinato la forma del amor”).
En definitiva, al leer los poemas de Mazur, lectura que no es fácil ni gratuita, pero imprescindible, uno quisiera hacer suyas las palabras de T. S. Eliot en su libro Sobre poesía y poetas: “Así hablaría yo si pudiera hacer poesía”.
Fabian Almonacid
licenciado en Letras y corrector de estilo
Mendoza Argentina
Al vuelo de los pájaros
que encienden los colores de la Naturaleza;
de todo lo muerto, lo estéril, lo futuro, lo inverso.
Hacia delante el oscuro pasaje de las
sombras,
Las medidas, la exactitud matemática.
(Si tu deseo es capaz de derribarme, mi deseo
puede destruir el amor.)
LA BOHEMIA
Todos los días en mí juventud me entregaba a la
muerte;
La marginalidad de la vida improductiva;
Escapando de la vida moderna y profesional…
Expulsado de la familia, fracasando en el
amor:
La agonía en observar la belleza calumniosa.
Era el día sueños de lo días de otro;
En los límites de la locura;
Acechando desesperado la angustia:
En un cuarto de pensión...
Perdiéndome en lo infinito, de lo pequeño;
Lo inconducente…
Mordiendo los sueños del hambre y la caridad.
En la pobreza donde la marquesinas estallan….
En la embriaguez y los prostíbulos.
La belleza y el genio habitan un lugar sombrío.
En donde mi cuerpo se mella como un moribundo.
No hay futuro y ante la cotidianeidad de lo ruin,
los actos viles…
La mujer amada se avienta en la figura espejada:
Y yo con el cuerpo machacado en la vida disoluta...
La mujer enemiga…
La belleza prohibida y la musa en versos malditos.
La locura, la muerte en soledad y la pobreza:
La rebeldía redime lo que hoy son castigos…
Detrás de las murallas, en las vías muertas…
El saber que se establece golpeando el panóptico:
En los manicomios. Las cárceles, las vacaciones.
En la marginalidad de las periferias:
En la vida por la vida misma fuera de lo mediocre,
lo correcto; lo perverso.
La vida se vuelve hedionda de placeres oscuros.
La vida en la soledad y por fuera, embriaguez.
Enemigo del amor burgués y lo prospero;
Sólo la locura golpeaba a mi puerta…
Y la poética de la contemplación impoluta:
Tratando de imaginar lo posible en soledad.
POEMA DEL FUEGO
¿Dónde se bifurca la sonrisa para ser presente,
sin soñar, ni ser soñado por la pálida tristeza?
El circular sin sentido de falsas dimensiones;
la misma suerte, la misma fiesta encadenada.
Debilitado por el tiempo y desengaño; ala rota.
Espuria morada, de la ley negadora de la vida.
Sísifo ante la misma piedra observa la cima…
Llamean ahora en sus ojos tristes y cansados;
Lejanos pensamientos de la soledad austera;
ahora ríe en su dolor, deja jugar a la muerte.
FRAGMENTOS
El verano adorna los pensamientos ociosos,
Es el tedio sombrío en la mirada simple...
No hay futuro que advierta la inocencia:
Luego de aplacar los
sentimientos humanos;
No ser aquél hombre
gordo, obsceno, triste.
Me he vuelto sobre los
asesinos.
Recae
la soledad como relámpago, vestigio de mis
amores...
Vendrán
y aquí los espero, será tarde, sí; siempre
demasiado
tarde.
Desconfía
porque estoy lejos.
Cuando
me veas sabrás fingir y al fin comprenderás
que
detrás de mí no hay nada.
En
la risa finalmente riéndome
en
la locura que es siempre incesante.
YO
CANTO
Si
somos los huesos de la memoria;
y
vos la vida más hermosa…
Yo
canto.
Si
somos el lomo crispado de la aventura:
Yo
canto…
Junto
a la marca de agua en el sendero
sobre
los belfos abiertos.
ULTIMO
BESO
Me
gusta tu cuerpo de mañana
Cuando
duermes y tengo frío.
Me
gusta hacer el amor entre sombras;
Y
recordar tu imagen en el espejo.
Tu
deseo incomprensible como el mío…
Y
reconocer que te pierdo cada día en un asombro.
No
tolero tu recuerdo y te traigo aquí desnuda…
Lavándote
y acicalándote antes de salir.
Recuerdo
por qué quise amarte,
Y
es por la misma razón que olvidamos.
El
último de nuestros besos.
PRESENCIA
Los
días corren como monedas arrojadas por dioses;
fundidas
por el sol; la fragua de la lluvia de ensueño.
Llevan
las veintiocho caras de la luna y los solsticios;
que
nos enredan en las sierpes de caminos andados…
Donde
cada día el brillo de una estrella como vestal;
caminantes
fantasmales que han perdido la ternura.
Aún
desconocen pero sin rumbo recrean mi poesía;
aquí
en mi silencio de larga soledad, y sonrisa loca.
Lugar
de milagros, de Eneidas y una musa solidaria;
mortaja
de pensamientos calumniosos entre la brisa.
Tanteando
frutos de la nada alimentado de insomnio,
busco
la piedra que rompa el cristal donde escondida;
De
los misterios y de la ilusión donde el amor no crea:
retorno
de la misma suerte y siempre se vuelve olvido.
Te
despertará alguna mañana la brisa de algún céfiro…
Y
podrás ver nuevamente el espíritu libre y la belleza.
Que
te llevó desnuda entre las sombras y por la vida;
para
mi venida en la nueva señal de fiel encrucijada.
Donde
se celebra y canta en la danza de los cuerpos,
lo
que jamás fuera revelado sin tu mágica presencia.
OSADIA
Osadía
de quererte en la penumbra
Luna
roja de cristal
Ruido
en el martillo oceánico
Otro
beso
De
puerto en puerto
Olas
que brillan a la luz del sol
Rompiente
Botellas
al mar
Fuego
del océano encendido
Pon
tu calor en mis ojos
Mi
condena en tus abrazos
Y
tu cintura
La
cordura en la mirada
Sola
en tu cuarto
Siempre
esperando
La
piel del silencio
Bajo
la lluvia.
ROSA NEGRA
Es la rosa negra de mi pecho;
Música en insignes violetas
_semioscuras tras los cánticos
celestes...
¿Por qué lo cierto es olvidar,
dicha transida de tu breve paso?
¿Mi corazón esbelto y puro,
el dolor más profundo y el amor?
EROS NEGRA
La vid en la sangre, cannabis y música.
De tu figura esbelta y cadera sinuosa;
El pelo largo trenzado de rastas violetas.
Las mujeres traen su cabeza de fiesta…
Encendiendo el color de las voces…
Holgazaneando el torbellino de faldas.
Enmarañado como semilla en la sierpe.
Entre las desnudeces que despiertan…
Rapea fuego como una redondez negra;
Suenan como, tambores boquiabiertos…
El ir y venir de tu manera quieta y distante.
Amor de primavera de dorado añil…
Las mujeres traen su cabeza de fiesta;
Algunas traen el pan otras la prisa…
De todas las
inquisiciones, perseguidas.
LESBOS
No hay espacio en los calabozos…
No hay lugar en las letrinas.
Las alternativas fueron creadas por la
burguesía;
Los viejos entumecimientos del patíbulo;
Atravesando el pensamiento Burgués…
Cayendo los átomos, la psicodelia socialista.
Palabra virus de malware malicioso.
Cut-ups en lugares oscuros donde caen los
pétalos.
Las proles del amor ahorcado y del amor
prohibido…
De las esquinas por tres soles risueños.
Los soles ponientes de Verlaine…
El sinsabor de las flores...
El acto de la rebelión ante el nihilismo.
Transvaloración de todos los sentidos, el
álgebra de la percepción.
Por el amor reinventado.
Adiós
Homenaje (Para Agustín Vispo)
Quiero arrojar… ¡Corazón de piedra!
La calle por un lugar para perderse…
Dar el golpe que termine con la vigilia.
No recordar los adioses, la turba.
El beso sin dejar obstáculos penitentes.
Conocer las malicias de tus bálsamos;
Dar un paso en falso contra la vigilancia.
Y aspirar las fragancias de lugares desiertos.
Fatalidad
Distopía (Cedens) Homenaje A.Vispo
La fatalidad es un territorio fantástico:
Barricadas truncas forman el silencio.
Objetivo de conciencia, el poema…
Camino de la libertad como piedras en el rio.
En la distopía que demandas las virtudes del
amor.
¡Que no toquen los astros este momento!
Niña híbrida de mirada constelada:
El capitalismo de taberna y la mujer…
Los acosos en las lenguas apocalípticas.
La vieja y loca gratuidad libertaria.
Cadenas
Y fracasos
Golpea la maquina los costados;
Cadenas de lluvia y almizcle. ¡Amores!
La Kafkiana interpelación del sueño…
Como el poema que oscurece, el espíritu
inicuo.
En canteras frágiles en desorden…
El lenguaje es el ruido del pensamiento.
Esperando el tambor y la danza.
En un esplendor de luna llena.
BACANAL
En las copas de los árboles se desdibuja el
llanto.
Los amores encantados bajo lunas llenas;
¡El alma bacanal de mis conjuros!
El viento cicatriza los olores de cloaca;
Conspiran los grupos anarquistas.
MARIHUANA LIBRE
¡Planta sacra de flor eterna, tu maravilloso
aroma!
Placentera como esbelta de naturaleza salvaje.
El cannabis y el humor de los desposeídos.
Prohibieron mi contienda, como maltratados;
¡Desconciertos del espíritu y efluvios en tus
hojas…!
Bella y humeante en los humores y desvaríos.
Por la planta que crece bajo el sol profundo,
VERSO LIBRE
Lo heterogéneo, múltiple y diverso.
Lo aleatorio de los acontecimientos…
La rebelión del presente del verso;
Quimeras y bálsamos ociosos…
La nueva inquisición de nuestros cuerpos.
La tarea del olvido ante la máquina.
Palabras como ideas libertarias…
El albedrio ante las cadenas del mundo.
POEMA TARDIO
Un verso traduce otra forma de olvido.
Diferente cuando se trata de un amigo.
Se acrecienta la realidad como un poema.
Menciono los avatares cotidianos...
Los colores, el clima, los instintivos arrebatos.
Los ánimos se diluyen en la espera...
COMUNA
Perseveran en el corazón las rubricas;
Aguafuerte de la distancia, el disenso.
El amor vibrando en los conciertos;
Correspondencia y múltiple acuerdo.
En el confín entusiasmos de ternura...
Dioses en la tierra, mesura y festejo.
Comunidad en la alegría persistente;
¡Lealtad para los corazones felices!
El uno en el otro y el otro es uno;
Espacio que suma en lo diferente;
Como los niños proles de la tierra.
¡Autogestión, voluntad comunitaria!
LEY Y ORDEN
Una insistente demanda de ponerse despierto…
Maneras de nombrar para no decir; dejar de
ser.
Verificar el sueño, hacerse real;
nomenclatura.
Hacerse número, expediente, repeler la
cuántica.
Llenar de cocaína los hormigueros de la plaza…
O soñar con la panza llena y beberse el sueño…
Eso dice el poema cuando la parafernalia
obliga;
¿Pero si yo quiero dormirme, el sueño y el
cántaro?
Desordenar todo orden establecido, y dormir la
noche.
Apropiarse la lluvia en lodazales
inconscientes….
Entre la multitud los “encofrados” de ley y
orden.
Hacer millones de pedazos la moneda y el pan.
MERITOCRACIA
Nada más prohíbe que la luz del sol...
¿Por qué seré yo quien intente algún verso?
Cuando sería más razonable, repelente;
Un insulto resignado y amargo…
Y las voces de un fuego taciturno…
¿No tendrías que ganarte el mínimo esfuerzo?
Y escribo:
“Nada más prohíbe que la luz del sol”.
POEMAS ESCRITOS EN PANDEMIA
Tus pasos ligeros y mi cuerpo errante;
Se encuentran sin buscarlo…
En esta certidumbre de juntarnos.
En la quietud de los encierros…
Confrontan con mi silencio estos versos.
De pasión secreta y de frescura alegre.
De un diario porvenir con amor sincero.
Aunque no lo sepan los enamorados.
Ni determinen tomarse de un trago la vida.
Las pasiones dominan el mundo.
Alzan la copa y brindan con un beso.
Donde no hay ajenos que celebren.
Donde un cuerpo es el cuerpo del otro.
Y se comparten las caricias y el placer.
Y en ese placer del lecho compartido.
Vivir únicamente la vida enamorada.
Con la lira, con la espada o desnudo;
Me cobijan los versos que se derraman…
Puede que la sangre palpite y se renueve;
Por amor mis versos tienen otra voz.
Que me deleita aún más en cada poema.
Nuestros cuerpos luchan amorosamente;
Se traducen en ternura los versos que habitamos.
Cuando te sientas sola por la desidia del mundo…
Que lleguen, los abrazos, los besos, las caricias.
Transitemos el refugio del poema.
Entre tinieblas de un mal que acecha.
Sostiene tu ternura un cetro visible…
Así juntos y culpables por amar tanto…
Volvemos a encontrarnos una vez más;
No solo con versos puros si no cada día.
Que nuestro amor trasciende las palabras.
Así nuestros cuerpos uno frente a otro…
Se entreveran a cada paso subyacentes.
Endiablado el tino que me provoca;
Amplía el gesto pusilánime del credo…
Y el pecado de ser culpable al adorarte.
Mujer insondable de manera sencilla.
Donde pongo los versos y la vida…
Que crezcamos juntos meciéndonos,
Con la brisa como juncos danzantes…
Y nuestros cuerpos se rían de lo prohibido.
¡Que gire la rueda de la fortuna!
¡Ay amor del eterno devenir!
Por qué el deseo llama…
Y no hay lugar adonde escapar…
Si no hacia adelante.
Habita con agudeza el genio…
El viejo espíritu de la inspiración;
Del tedio y aburrimiento resurge;
El demonio que gravita y atraviesa.
Mientras escribo estos versos…
No da tregua en palabras fatales.
Afirma mi soledad y mi deseo…
Acicalado como el día de la muerte.
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